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REVISIÓN GINECOLÓGICA
¿CUANDO Y POR QUE DEBEMOS REALIZAR UNA REVISIÓN GINECOLÓGICA?
Cada vez con más frecuencia existe una mayor concienciación por parte de la sociedad y de las mujeres de la necesidad de realizar revisiones ginecológicas periódicas y adaptadas a las distintas etapas que como mujeres vamos atravesando desde la adolescencia a la senectud.
Hemos de ser conscientes de que cada etapa necesita una valoración adaptada, personalizada y hemos de tener en cuenta que en muchas ocasiones los ginecólogos somos el único médico de referencia que acompañamos a la mujer en sus diferentes etapas vitales.
Cada una de esas etapas tiene sus peculiaridades y sus necesidades, en cada una de ellas los controles ginecológicos tienen una gran importancia como parte del acompañamiento a la mujer en todas sus dimensiones y en todos sus perfiles de edad.

ENTRE LOS 40 Y LOS 50 AÑOS- DÉCADA DE LOS 40

En esta etapa la mujer empieza ya a experimentar cambios en el patrón de sus ciclos con el inicio de la peri o pre-menopausia. Ante la presencia del inicio dichos cambios en el ciclo hay que acudir para realizar una valoración de los mismos, realizar un buen enfoque del seguimiento y una adaptación de los tratamientos, sin olvidad que cada vez con mayor frecuencia la maternidad se afronta en este periodo, con todo lo que eso significa.

Así mismo en esta etapa hay que realizar una adecuación de la anticoncepción ya que “no todo vale”, es necesario valorar riesgo-beneficio y adaptarla de la mejor manera posible.

A esta edad cobra una especial importancia el control de la patología mamaria y el inicio de las revisiones mamarias periódicas, es la edad en la que se empieza a incrementar el riesgo de padecer determinadas patologías con mayor frecuencia.

ENTRE LOS 50 Y LOS 60-DÉCADA DE LOS 60

En esta etapa debemos continuar con los controles mamarios de una manera más rigurosa si cabe , la entrada, el establecimiento de la menopausia y los cambios hormonales que esta conlleva nos hace tener que estar más pendientes de los cambios mamarios y programar las revisiones mamarias en forma y tiempo adecuados para garantizar un correcto seguimiento .

También tendremos que valorar la presencia de la sintomatología propia de la menopausia tan limitante en tantas ocasiones, hemos de tranquilizar a las pacientes, quitar miedos, tabús y ofrecerles tratamientos adecuados y personalizados. Disponemos cada vez de mejores recursos para tratar síntomas tan limitantes cómo la sequedad, los sofocos o la incontinencia urinaria dejando claro que son tratamientos seguros y eficaces.

No debemos descuidar el cuidado de la atrofia genital; la sequedad vaginal y el dolor al mantener relaciones nos limita como mujeres para vivir una sexualidad plena y madura, para ello disponemos de opciones de tratamiento cada vez más eficientes y resolutivas a las que tenemos que perder el miedo.

No debemos olvidar que el tratamiento y cuidado del descenso de la densidad ósea- osteoporosis- debe ser enfocado a esta edad donde las mujeres pueden y deben permanecer activas en su plenitud. La actividad física y los tratamientos que bloquean la pérdida de masa ósea existen debiendo darlos a conocer a las pacientes, son seguros y eficaces.

POR ENCIMA DE LOS 65-70 AÑOS

Existe la creencia de que por encima de esta edad no es necesario revisarse y nada más lejos de la realidad, todavía seguimos siendo mujeres plenas , activas que necesitan revisarse, controlar sus mamas y su aparato genital abordando las patologías que a veces se pueden presentar en esta etapa de la madurez y la senectud. Hay que seguir revisándose, seguimos estando vivas¡¡¡

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