Dejar de fumar provoca ansiedad y se oye con bastante frecuencia que la ansiedad es peor para el feto que fumar un cigarro. ¿Es cierto? Es una irresponsabilidad y, sin embargo, ¿algunas mujeres pueden considerarlo una necesidad?
Que la ansiedad por dejar el tabaco es peor que fumar pocos cigarrillos en el embarazo, es una idea falsa y obsoleta. El tabaco, en la dosis que sea, atraviesa con facilidad la placenta y por tanto llega con todos sus agente tóxicos al torrente sanguíneo y a los tejidos del bebé. Para algunas mujeres es muy difícil suspender el tabaco, puesto que este hábito se convierte en una adicción que al suspenderse crea síndrome de abstinencia. Sin embargo la ansiedad que provoca esta abstinencia no perjudica el adecuado desarrollo del embarazo.
¿Hay nivel seguro de cigarros durante el embarazo?
No existe ningún nivel seguro de cigarros, hasta una simple calada permite que todos los tóxicos que contiene dicho cigarro, incluso aquellos componentes que sabemos son cancerígenos, pasen con facilidad a la sangre del bebé. De forma que por poco que se fume durante el embarazo, programaremos los tejidos y los órganos del bebé con sustancias tóxicas que condicionarán la aparición de enfermedades en la infancia y en la vida adulta del individuo. El único nivel seguro de tabaco es no fumar, ni estar expuesto de forma pasiva al humo de los cigarrillos.
¿Cuáles son los perjuicios de fumar durante el embarazo?
Múltiples estudios confirman que existe mayor riesgo de prematuridad y de retraso de crecimiento en los recién nacidos de padres fumadores. Esto asocia mayor mortalidad y aparición de otras enfermedades a lo largo de la vida de la persona expuesta dentro del útero. Además los recién nacidos de padres fumadores tienen el doble de riesgo de padecer muerte súbita del lactante. A su vez estos niños padecerán asma e infecciones respiratorias con más facilidad. Algunas malformaciones congénitas como el labio leporino, o algunas anomalías cardiacas son más frecuentes en bebés de padres fumadores. Si la madre fuma mucho, el recién nacido puede presentar síndrome de abstinencia tras el nacimiento, con mayor grado de irritabilidad.
¿Hay datos sobre cuántas mujeres continúan fumando durante su embarazo?
En España la prevalencia de mujeres que continúan fumando durante el embarazo se encuentra entre el 15-20%. Comparando el grupo de mujeres fumadoras, con las no fumadoras, encontramos un mayor nivel de estudios en el segundo grupo, mayor número de parejas fumadoras en el caso de mujeres que no logran suspender el tabaco, y menor conciencia de los riesgos del tabaco en el desarrollo del bebé en este mismo grupo.
¿Cómo superar la ansiedad por fumar durante el embarazo?
En el caso de mujeres muy fumadoras será necesaria la ayuda médica. Ésta puede ser prestada por su médico de cabecera a través de los programas de ayuda establecidos por el sistema sanitario, o por su matrona u obstetra, dedicando el tiempo suficiente a explicar los beneficios de suspender el tabaco, para el bebé y para su propia persona. El compromiso de la pareja y de aquellos que rodean a la mujer que debe suspender el tabaco es fundamental.
Sugerencias para dejar de fumar durante el embarazo.
Antes de suspender el tabaco, es bueno repasar en la mente los grandes beneficios para el bebé y para sí misma. Marcarse un día concreto para dejar el tabaco, comunicarlo a quienes la rodean y preparar ese momento eliminando todo aquello que le recuerde su hábito de fumar. Evitar exponerse a lugares o entornos que favorezcan el tabaquismo. Hidratarse mucho a lo largo del día, y aumentar la frecuencia de ingesta de alimentos bajos en calorías. Para evitar que la ingesta de alimentos sea excesiva, también se recomienda buscar alguna actividad física que resulte agradable y reproducible a lo largo de todo el embarazo.
Si quiere añadir algo, por favor, hágalo.
El tabaco es muy peligroso para la salud de la madre y condiciona la salud de su bebé. Al igual que no se debe dar una calada a un bebé de un año, la madre no debe tampoco fumar, ni siquiera un poco durante el embarazo. Todos los tóxicos del tabaco atraviesan con facilidad la placenta y se concentran en mayor cantidad en la sangre y tejidos del futuro recién nacido. Tanto los profesionales como todos aquellos que rodean a una mujer embarazada fumadora, debemos concienciar, animar y apoyar a dicha mujer para conseguir el objetivo de tabaco cero.